11.07.2012
Últimamente entre las organizaciones que se dedican a las encuestas sociológicas, se hizo una tendencia de hacer preguntas muy "picantes" a los ciudadanos y políticos de Alemania. Pero y sin encuestas es obvio que los políticos también no se negarían a echarse un canuto. En el caso contrario, ellos ya harían la decisión estricta de prohibir marihuana.
Hace poco que la compañía FORSA llevó a cabo una encuesta en Berlín, los resultados de la cual mostraron que 34 % de los adultos han probado marihuana por lo menos una vez en su vida. Respecto a las aficiones de los políticos, los mas fumadores de marihuana son los representantes de los partidos "verdes" y "piratas". Casi la mitad de su electorado son o eran los consumidores de esa droga. Además, los adherentes del partido demócrata-cristiano consumen marihuana mas a menudo que los que apoyan al partido socialdemócrata (PDCA -29%, PSDA %96 25%). Y 28% de Alemanes son por la prohibición total y el acoso estricto de los distribuidores.
Así, independientemente de la posición que ocupara cualquier partido en la cuestión de prohibición/legalización de marihuana, perderá la mayoría de sus electores. En esta situación a unos les falta valor para luchar por la legalización, y a otros por la prohibición. Así marihuana esta prohibida, y al mismo tiempo permitida. Y eso conviene a todos. Es un ejemplo obvio de como funciona política, porque hay muchas concesiones parecidas.
El hecho que actualmente el tabaco está legal, y marihuana no, puede ser explicado con la casualidad histórica. Lo que pasa, es que el tabaco fue traído por los españoles en 1518, y desde entonces ha conseguido un lugar fijo en la sociedad. Sus efectos dañinos fueron descubiertos muy tarde. Si marihuana aparecería en amplio uso aquél tiempo, probablemente ahora ocuparía lugar de tabaco y alcohol.
Está claro que fumar porros no es absolutamente inofensivo. Pero si en la sociedad permitirían solamente las cosas que no hacen daño ninguno , nos quietaríamos sin alpinismo, carreras de coche, bicicletas, juegos de ordenador, sexo y ositos de goma. Es obvio, que los mas enemigos de marihuana nunca rechazaran esas cosas.