11.08.2012
Las noticias no son para el verano. Los periodistas dejan rienda suelta a su imaginación para poder sacar un tema interesante –que no siempre importante- para los españolitos de a pie. Más aún cuando poco apetece prestar atención a lo que cuentan los medios. Con los calores se recuerdan noticias, se recuperan de la nevera o se hace eco de aquella realidad que siempre ha estado ahí y queda silenciada con los trajines políticos y los intereses del curso informativo.
La droga es un problema que siempre está presente, a pesar de que apenas se mueva nadie a atajarlo. Está ahí, en letargo, se repite todos los días, su protagonista puede ser cualquier persona. Una niña británica ha muerto por ingerir éxtasis. De nuevo vuelve a espeluznar la realidad de la droga, por las circunstancias por las que ahora ha sido noticia. En cómo atajarlo puede residir que las noticias sobre droga sean más optimistas y menos aterradoras. Un método de control de consumo de drogas ha reavivado el debate sobre hasta qué punto los padres deben investigar a sus hijos. La medida se ha difundido en un momento en el que el Ministerio de Sanidad español –ningún país parece escapar de esta lacra- tiene previsto crear un instituto para pararle los pies a la droga.