Concurso Transnacional Antinarcotico por Internet "Maya". Videos, fotos, carteles, dibujos contra la narcomanía y el alcoholismo

Quiero contarles una historia real, pero muy triste, que por extrema desgracia no es la única.  

En el apartamento vecino vive una chica desaventurada de solo 18 años. Su hija tiene 4. Ella lleva el nombre de Victoria, su hija – Anjelika. Aunque sea penoso decirlo Victoria es una adicta a la heroína con experiencia, se gana el dinero para nuevas dosis prostituyéndose, y no piensa dejar la droga. Su apartamento de dos cuartos, diseñado en los tiempos de Stalin, es visitado diaremente por hombres. Pero eso no es nada comparado con que ella considera normal golpear cruelmente a su hijita, e incluso olvidar de alimentarla. 

De no ser por los vecinos, Anjelika ya hubiese muerto de desnutrición. Ocurrió una vez un caso, tambien por desgracia demostrativo. Anjelika llora, sentada en un banco cerca del porche, toda su carita cubierta de sangre. Después de cobijarla y consolarle, los vecinos averiguan que la madre estaba “muerma” en el momento que la pequeña le pedía de comer. En respuesta, Victoria desgarró el rostro de su hija hasta hacerla sangrar.  Un mes demoraron las heridas en sanar. A la interrogante de los vecinos no indiferentes sobre sus motivos la madre drogadicta alegó que ama con devoción a su hija, y lo del rostro de su hija ha sido la misma pequeñuela, que de nervios flojos comienza a lloriquear buscando piedad. 

Algún tiempo después le esperaba a la pequeña criatura una acción aún más terribe de su madre. Estando en un estado de narcomanía eufórico Victoria lanzó a su hija desde la ventana del 4 piso. ¡Gracias a Dios que quedó con vida! La pequeñuela perdió todos sus dientes, recibió un trauma craneoencefálico abierto y contusión cerebral. La llevaron a un hospital, donde su madre no ha hecho presencia una vez al menos.

Victoria desciende de una familia tambien desventurada: sus padres – alcohólicos inveterados, se envenenaron un día con vodka de origen incierto y murieron. A los 14 años, Victoria salió embarazada sin recordar de quién y se fué a vivir con su abuela, tambien alcohólica. Precisamente desde entonces comenzó a prostituirse, para comprar su dosis. 

Hoy, Victoria ha sido privada de derechos de maternidad, puesto que su comportamiento ha puesto en peligro directo la vida de su hija. Anjelika vive en un hogar de niños, y odia a los vecinos que la apartaron de su querida madre.