Como abráis adivinado, mi nombre es Linda. Yo vivo en Novosibirsk. En un momento en que, al igual que muchas niñas, trate de convertirme en modelo. A pesar de que hasta qué punto puede florecer el negocio de modelos en este agujero llamado "la ciudad de Novosibirsk." Muchos dicen que esta es una ciudad grande y desarrollada... Pero estoy fundamentalmente en desacuerdo de que la ciudad rusa, en general, se pueda llamar zona habitable para la vida de una persona normal. ¿Por qué? ¿Ya veréis lo que cuento de mi experiencia personal...
Desde niña me encantaba bailar y pasar el rato en los clubes. Ropa glamorosa mínima, cócteles dulces, un mar de miradas lujuriosas, fiestas, citas sin fin y contacto permanente... ¿qué chicas no sueñan con eso? Te parece como si te hayas retirado del universo, que eres el centro, alrededor del cual gira todo lo mejor puede dar la vida.
Todo esto es producto de la estupidez de la edad y la ingenuidad de la misma. Si alguien me hubiera dicho que algún día mi sueño sólo sería dejar las drogas, nunca lo habría creído. Todo cambió cuando en mi vida apareció Sergei. Una persona así, tarde o temprano aparece en la vida de muchos, como yo. Él se irrumpío en mi mundo como fuegos artificiales, un espacio luminoso, sí, es cierto... Siempre venía con píldoras atractivas. Piensa, el éxtasis... ¿qué? divertido! Tenía que volar, tenía que volar a un lugar mejor que aquí, donde estaban mama y papá, mi hermana, la maestra, la escuela, las responsabilidades, y un futuro incierto. “Debíamos vivir y divertirnos...Y a eso yo llamaba “la vida”
Y en un instante cambió mi comprensión completa de la estructura del mundo. Se trata de los recuerdos más terribles, aunque no quiero entrar en palabras. Me convertí en una cínica inútil, y me gusta. Pero antes viví el romance, y es por eso que idolatraba a Sergei.
Me mostró la "vida". No tiene sentido manchar de mocos la página. Luego vino la coca, como resultado, me faltaba sentir "la realidad", y la vida sin la droga se volvía tensa. Apareció la heroína. Toda mi existencia se ha reducido al consumo de drogas... En primer lugar, de forma gratuita, luego desapareció Sergei, y tuve que pagar. Y he pagado no solo con dinero, porque yo simplemente no lo tenía...
¿Por qué escribo todo esto? Con el fin de decir a todos aquellos que me leen. Salí, pero muchos se quedaron allí. Estoy viva, pero ya no soy la misma, soy una ex drogadicta, y todavía tengo algo que decir.
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