Hace más de un mes que no he visto a mi hermana . No tenía tiempo para nada. Pero cuando finalmente fui a visitarle apenas pude conocerla. Äntes ella solía cuidar de sí misma. Ni siquiera salía de compras sin peinado y sin maquillaje. Y aquí me encontré con un fantasma, una mujer infeliz en su matrimonio con el hijo de un rector de la Universidad local.
Pelo descuidado, un rostro pálido de mejillas hundidas, mirada asustada. Llevaba ropa deportiva de puente con mangas largas en vez de vestido de verano. ¡Y esto ocurre en julio! ¡Cuando hace tanta calor!
Entonces me enteré cual erá el problema. ¡Drogas! Sin pensar apreté a mi hermana y la tomé de la mano, le desdobló las mangas de su jersey y me quedé paralizado por el horror: los cortes rojos y cicatrices.
Aika se echó a llorar y dijo que su marido la humilla y se burla de ella. Y fue entonces cuando me enteré de este tipo que parecía tan inteligente educado que solía ser un drogadicto con experiencia. Lo peor es que él no iba a dejar su mal hábito. Le gustaba drogarse y luego dañar a su esposa. Además sus padres sabían acerca de su adicción, pero no hicieron ningunos esfuerzos para poner fina a este desastre, pensando que a marido se le permite hacer con su mujer todo lo que le da la gana. Y ahora Aika temblaba de miedo esperando a su marido. Él la avisó que si íba a hablar de su adicción a alguien la encontrarían muerta.
Una llave giró en la cerradura. La puerta se abrió y mi hermano-en-ley entró. De inmediato yo comenzé a golpearlo. Era como miles de demonios se levantaron dentro de mí y exigían matarlo.
Le di una buena cantidad de golpes. Mientras estaba inconsciente, le quité la ropa y lo ataré con telas. Despúes llamé a sus padres. Tal vez tenía algo convincente en mi voz para que estos bultos llegarón en unos minutos.
Entendieron todo cuando me vieron cortar el cuello de su hijo con la maquinilla de afeitar. La madre se dio la vuelta, incapaz de ver a su hijo sufrir, pero ella no dijo nada, sólo su padre era capaz de susurrar: «Haz lo que quieras hacer con él, pero no lo mates, te lo ruego", - dijo.
Lo estaba dañando sentiendo una satisfacción brutal. Y mi hermana gritabaí, maldiciendo a mí y pediendo que lo dejára. Yo apenas pude mantenerme de golpearlo de nuevo. Y estos surcos hinchazón de la sangre me calmó.
Le corté las manos y el pecho. Hice exactamente lo mismo que había hecho a mi hermana. Y después dejé al chico inconsciente a sus padres.
Una semana más tarde, cuando vine a visitar a mi hermana nadie me abrió la puerta. Esta idiota tenía miedo de su hermano! Sólo traté de salvarla.
Un mes más tarde supe que se había mudado a otra ciudad. Dos años más tarde, mi hermana me llamó y me informó que ella estaba embarazada.
Diez años han pasado desde ese incidente. A menudo los visita. Estamos reconciliados unos con otros. Y yo estoy bien con mis sobrinos también. La única cosa es que mi hermano-en-ley siempre se me escapa. Como he venido a visitarlos encuentra mil excusas para ir a alguna conferencia. One\'d que me vienen a cortarlo. Él no es adicto a las drogas ya.
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